jueves, 28 de julio de 2011

Adiós a los cables


WiFi, Bluethooth, 3G son algunas de las tecnologías que han permitido que los dispositivos electrónicos de los últimos tiempos vayan poco a poco “perdiendo sus cables”. Ordenadores de sobremesa, portátiles, móviles, smartphones o tabletas son cada vez más “móviles” y tienen menos ataduras físicas.
Es muy probable que la mayoría de los usuarios tengan un móvil con conexión a Internet de alta velocidad , utilicen un portátil conectado con WiFi a un router inalámbrico o tengan unos auriculares Bluetooth o manos libres para el carro con la misma tecnología.
Pero, en algunos casos, queda el último cable: el que proporciona la alimentación eléctrica.
Estos avances no son un concepto nuevo. En el siglo XIX, el famoso inventor e ingeniero Nikola Tesla, logró encender una bombilla incandescente a distancia utilizando unas bobinas de cobre y la inducción electromagnética.
En 2006 se propuso una variación a lo anterior utilización resonancia magnética. La idea fue mostrada por un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), al que recientemente se han sumado investigadores de Intel para seguir avanzando en este terreno. Por su parte, Fujitsu Laboratories ha presentado hace unas pocas semanas su propuesta en este campo, destacando sobre todo “su alta eficiencia”.
Son muchas las ventajas que promocionaría la electricidad sin cables en cualquiera de sus variantes y aplicaciones. Pero también existen ciertos inconvenientes y como no, problemas a resolver: el alcance es ciertamente limitado, comparado con un cable se pierde energía al intentar transmitirla por el aire, y, por último, a muchos podría no gustarles tener cerca un emisor de energía (por los riesgos que pudiera suponer para la salud humana).
Ya hemos visto que la tecnología existe, aunque indudablemente es necesario que se perfeccione para que su utilización alcance todas las aplicaciones practicas de hoy en día. Pero esto no significa que no existan ejemplos en la actualidad que empleen alguna de las variantes mencionadas de “electricidad sin cables”.
El consorcio Wireles Power ha completado su estándar para cargadores de bajo voltaje destinados a dispositivos de pequeño tamaño y, aseguran, que en los próximos meses se verán los primeros cargadores.
En esa misma dirección, pero sin esa certificación, empresas como Powermat -también inducción- han desarrollado y comercializan una completa  gama de bases y adaptadores para cargar sin cables teléfonos móviles, consolas e, inclusive iPads. La ventaja es que pueden eliminarse los cables de aparatos ya comercializados por sus respectivos fabricantes sin que estos los hayan preparado para esta función. 
Palm-ahora parte de HP– comercializa dos teléfonos móviles y una base orientados a la carga sin cables. Otro ejemplo es la empresa Energizer, que comercializa desde hace tiempo una base de inducción para la carga inalámbrica del mando de la consola Wii. Además de prescindir de cables, permite cargar el dispositivo sin tener que retirar la necesaria funda protectora de silicona.  
Con el tiempo aparecerán más productos “sin cables” en todos los sectores que nos podamos imaginar.

                                   
   

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